El costo depende del consumo energético, el espacio disponible y el tamaño del sistema requerido. Lo importante es que se trata de una inversión que se recupera en promedio entre 4 y 6 años, y luego genera ahorro por más de 20 años.

Los hogares pueden reducir hasta un 80% sus costos eléctricos con sistemas on-grid.

Los paneles tienen una vida útil de más de 25 años. El mantenimiento es mínimo: limpieza periódica y chequeo técnico preventivo una o dos veces al año.

Los paneles solares no necesitan sol directo constante para generar energía. Incluso en días nublados producen electricidad, aunque en menor medida. Además, tu sistema sigue conectado a la red eléctrica, por lo que nunca te quedas sin suministro. En promedio, a lo largo del año, la radiación solar es suficiente para garantizar el ahorro proyectado.

Si te mudas de tu hogar, la instalación puede sumarse al valor del inmueble actual o trasladarse a tu nueva ubicación. En caso de expansión, el sistema es escalable: podés añadir más paneles según tu crecimiento energético.